DEBER DE AUDITORIA DE SISTEMAS
NOMBRE: María Fernanda Bautista
FECHA: 23 de noviembre de 2013
CURSO: 6to Ciclo Análisis “A”
Caso Parmalat
En el año 1961, Calisto Tanzi, de 22 años, abrió una pequeña planta de pasteurización en Parma, Italia. Cuatro décadas después la compañía ha crecido hasta convertirse en una
compañía Multinacional, produciendo leche, bebidas varias, panadería, y otros productos diarios.
En el año 2011 el 83% de sus acciones fue adquirido mediante una oferta pública
de acciones por la empresa francesa Lactalis, convirtiéndose entonces en el
grupo lácteo más grande del mundo, y primer comprador de leche global con un
volumen aproximado de cuarenta millones de litros diarios. En los años
1980 trajo
además productos de desayuno y en los años
1990 fue
listado en la bolsa de valores de Milán.
Fue en 1997 cuando
Parmalat saltó al mundo financiero, obteniendo varias adquisiciones
internacionales, especialmente en el hemisferio Este, pero con deudas. Pero en
el 2001, muchas de las nuevas divisiones corporativas y gubernamentales de la
empresa empezaron a perder dinero.
En febrero del año
2003 el Contador Oficial Ejecutivo, Fausto Tonna de improvisto anunció una
nueva edición de bonos de 500 millones de euros. Esto fue una sorpresa tanto
para el gerente, Tanzi, y para toda la compañía. Tanzi despidió a Tonna y lo
reemplazó con Alberto Ferraris.
El 11 de noviembre del 2003, Parmalat se
desplomó en bolsa más de un ocho por ciento, hasta 2,37 euros, después de que
su auditor, Deloitte & Touche, se negara a aprobar las cuentas del primer semestre.
Deloitte expresó serias dudas sobre la transparencia y la corrección de las
cuentas de su cliente.
Parmalat
ha utilizado durante años la colocación de acciones y bonos convertibles en
paraísos fiscales para financiar docenas de adquisiciones en todo el mundo.
Entre 1993 y 2002 sus ventas se incrementaron un 410% y sus beneficios
alcanzaron una cifra récord. El escándalo estalló cuando a finales de
noviembre, la empresa reconoció que no podía garantizar la liquidez de una
inversión de 496,5 millones de euros en un fondo de inversión de las Islas
Caimán. Este hecho provocó la dimisión del director financiero de la compañía,
Fausto Tonna.
El fraude se cometió con medios muy
sencillos: control de la correspondencia de los auditores, recibos bancarios
falsificados con un scanner y una fotocopiadora y cambios de domicilio social,
para no tener que cambiar de auditor, como exige la ley italiana, con lo cual
era más sencillo engañar al auditor tradicional, que continuaba haciendo su
trabajo con la despreocupación nacida de la confianza ganada con una
documentación uniforme e históricamente falsa. Las cifras de la falsificación
del balance fueron de 14.000 millones de euros de activos inexistentes,
compensados con la misma cantidad de créditos bancarios, obligación y fondos
propios perdidos por todos los que han confiado en la
empresa. La empresa falsificaba sus balances desde hacía 15 años al parecer con
la complicidad de un grupo de bancos nacionales e internacionales (según los
fiscales que investigan el caso), que contribuían a disimular las pérdidas y
disfrazar las inversiones con complejos esquemas y de una estructura estable de
ejecutivos leales a Tanzi, quien reinaba con estilo patriarcal.
Parmalat,
estaba inmerso en un escándalo tras reconocer un "agujero" contable
en su filial Bonlat, con sede en Islas Caimán, de 4.000 millones de euros pero
que, según otras fuentes, alcanza en realidad entre 7.000 y 9.000 millones. La
mecha la encendió la entidad financiera estadounidense Bank of America, al
negar la autenticidad de un documento que garantizaba la existencia de 3.950
millones de euros en una cuenta de una compañía “off-shore”, Bonlat.
Durante
sus años como director financiero de Parmalat, Fausto Tonna fue el principal
creador de la trama ilegal por orden de Calisto Tanzi, que ahora intenta
dejarle con un muerto en las manos negando haber dado orden de destruir la
contabilidad B y los computadores utilizados para falsificar las cartas de Bank
of América que certificaban depósitos de 3.950 millones de euros a favor de
Bonlat en las Islas Caimán. Al parecer, un contador del grupo interrogado por
los fiscales milaneses, confesó que habían utilizado un escáner para copiar el
logotipo de Bank of América y falsificar el documento en el que se acreditaban
los 3.950 millones de euros. El Bank of América presentó en los tribunales de
Milán una demanda contra la firma italiana por falsificación en escrito
privado.
Mientras,
los títulos de la compañía suspendieron su cotización en la Bolsa de Milán a la
vez que se hizo efectiva su exclusión del MIB 30, principal índice de la bolsa
italiana, las acciones de Parmalat perdieron en la Bolsa de Milán un 63,33%,
situándose en los 0,11 euros. El 11 de noviembre del 2003, fecha del
desencadenamiento de la crisis, el valor de las acciones de Parmalat al cierre
era de 2,37 euros.
Principales responsables del fraude
de Parmalat
El
principal participe de estas acciones fraudulentas fue el dueño y fundador de
la misma Calisto Tanzi, gracias al afán de expansión, siendo este la persona
que daba las órdenes, pero al igual que este, otras personas involucradas en el
caso, quienes hacían cumplir esas órdenes y ayudar a esconder los grandes
agujeros que existían en los libros contables de las numerosas compañías de
Parmalat. Entre ellos están los siguientes:
Fauto
Tonna, el ex financiero quien está considerado como el cerebro de las
operaciones, y jugo un papel importante en el encubrimiento de las perdidas. -
Giovanni Bonici, antiguo presidente de la filial en Venezuela, quien contribuyo
a la falsificación de las cuentas. - Luciano del Soldado, antiguo jefe de
auditoria y ex director financiero, quien ayudo a montar el sistema para
desviar fondos a paraísos fiscales. - Gianfrancco Bocchi y Claudio Pessina,
quienes eran los dos auditores internos, falsificando cuentas y supuestos
documentos enviados por el Bank Of America. - Lorenzo Penca, presidente de Gran
Thornton, auditaba la unidades que son el centro de investigación por fraude,
con grandes influencias en la creación de la red de fraude. - Mauricio Bianchi,
asesor para ocultar sus pérdidas, y por último, Gianpaolo Zini, el abogado y
confidente de Tanzi
¿Que es COBIT?
COBIT es un
acrónimo para Control Objectives for Information and related Technology
(Objetivos de Control para tecnología de la información y relacionada);
desarrollada por la Information Systems Audit and Control Association (ISACA) y
el IT Governance Institute (ITGI).
COBIT es una
metodología aceptada mundialmente para el adecuado control de proyectos de
tecnología, los flujos de información y los riesgos que éstas implican. La
metodología COBIT se utiliza para planear, implementar, controlar y evaluar el
gobierno sobre TIC; incorporando objetivos de control, directivas de auditoría,
medidas de rendimiento y resultados, factores críticos de éxito y modelos de
madurez.
Permite a las
empresas aumentar su valor TIC y reducir los riesgos asociados a proyectos
tecnológicos. Ello a partir de parámetros generalmente aplicables y aceptados,
para mejorar las prácticas de planeación, control y seguridad de las
Tecnologías de Información.
COBIT contribuye a
reducir las brechas existentes entre los objetivos de negocio, y los
beneficios, riesgos, necesidades de control y aspectos técnicos propios de un
proyecto TIC; proporcionando un Marco Referencial Lógico para su dirección
efectiva.
¿Para qué sirve COBIT?
Enfocarse en objetivos y necesidades
del negocio mejorando la cooperación y comunicación entre los administradores
del negocio y los auditores
Ayuda a los administradores a entender
como los asuntos de seguridad y control benefician sus áreas de operación.
Ayuda a las organizaciones a compararse
con la competencia e implementar mejores prácticas de objetivos de control y la
tecnología relacionada .
Se desarrollan fuertes relaciones de negocio a
varios niveles y las sorpresas se vuelven raras.
Las organizaciones generan confianza y
credibilidad hacía sus clientes
Permite a las organizaciones cumplir
con requerimientos regulatorios.